Con el corazón en la maleta.

En poco más de tres años ya he tenido tres mudanzas. Lo peor es que en cada una de esas mudanzas había una maleta reservada al corazón.

En el año y poco que llevo viviendo aquí, y eso es lo más curioso de todo, aún no he tenido tiempo de deshacer la maleta en la que llevo el corazón.

Comentarios

  1. calma corazón, sabes bien, que la única razón que aún asumo, es la improcedente sinrazón de AMAR, AMAR, AMAR Y SÓLO AMAR, el resto es humo.

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