¿Justicia?

Me siento absolutamente engañado. Desde que soy pequeño me están comiendo el coco con eso de que hay que ser bueno, no decir mentiras, respetar a los demás... Y si en alguna ocasión hago lo contrario ya me cuesta dormir bien. Pero resulta que cada día tengo más pruebas de que los que se llevan el gato al agua son los cabrones, los mentirosos, los que no respetan otra cosa que no sea su propio bolsillo, los indecentes en definitiva.

Ahora estoy en la tesitura de decidir entre hacer lo que mis padres (siempre humildes, siempre buenos) me han enseñado o comportarme como un miserable mentiroso.

La primera opción es la moralmente adecuada, porque defiendo la verdad sin trampa ni cartón, pero sólo tengo mi palabra para hacerlo, y eso no es suficiente para la ciega justicia. La segunda opción va en contra de la ética, porque defiendo una verdad con una mentira, pero eso a la ciega justicia no le importa y ni mi delicado estado socio-económico ni mi reputación se resentirán, aunque yo no pueda perdonarme traicionar mis principios.

¿Honestidad y pérdida, o falsedad y éxito?

Yo apuesto por la verdad honestamente defendida con mi palabra. ¿La Sra. Justicia sabrá verla?

Os mantendré informados sobre la utilidad de la honestidad en esta puta sociedad.

Comentarios

Publicar un comentario

Dejad un poco de vosotros. No olvidéis que los comentarios son el alimento de los blogs. Gracias por los vuestros.